El cólico infantil es un período de llanto intenso en un bebé sano que aparece, sobre todo, al final de la tarde o por la noche. Es temporal y suele mejorar alrededor de los 3–4 meses. Mientras llega ese momento, estos consejos prácticos pueden ayudar a tu familia.3

1) Primero, seguridad.
Si notas fiebre, vómitos persistentes, sangre en las heces, somnolencia extrema, rechazo total de alimento o un llanto “distinto” que no cede, consulta de inmediato al pediatra. Para dormir, coloca siempre al bebé boca arriba, en una superficie firme, sin almohadas ni objetos sueltos.3
2) Calma en los brazos.
El contacto piel con piel regula la respiración y el ritmo cardíaco del bebé. Prueba el porteo vertical (bien ajustado y ergonómico) o el “abrazo contenedor” (arrullo) manteniendo caderas libres, sin apretar demasiado y sin usarlo si el bebé ya intenta voltearse. Un balanceo suave y rítmico (no brusco) puede ayudar.3
3) Sonidos y ambiente.
Atenúa luces, baje los estímulos y usa ruido blanco a volumen bajo (ventilador, lluvia suavizada, app). Repita una rutina breve (canción, luz cálida, masaje) para que el bebé asocie señales con calma. Un baño tibio ocasional puede relajar, siempre supervisado.3
4) Ayuda a la barriguita.
Tras las tomas, sostén al bebé vertical y favorece eructos en pausas cortas; a algunos les funciona cada 30–60 ml (o cada 5–10 minutos de pecho). Practica el masaje abdominal en sentido horario (círculos suaves alrededor del ombligo) y la bicicleta de piernas (flexiona y estira suavemente). Evita presionar fuertemente.3
5) Alimentación con calma.
Ofrece la alimentación en tomas frecuentes y sin prisas para evitar que trague aire por hambre intensa. Si amamantas y sospechas que la leche baja muy rápido (chorro fuerte), extrae un poco antes u ofrécele el pecho en posiciones más verticales; si crees que hay intolerancias o alergias, habla con tu pediatra antes de eliminar alimentos o cambiar fórmula. No introduzcas sólidos antes de tiempo.3
6) Lo que no recomendamos.
Evita infusiones o remedios caseros (p. ej., anís) en lactantes, ya que pueden ser peligrosos. No uses alcohol, vendas apretadas ni productos sin indicación médica. Si ofreces chupón y lactas, espera a que la lactancia esté bien establecida.3
7) Registra patrones.
Un diario del llanto (hora, duración, qué hiciste y cómo respondió) ayuda a detectar picos y estrategias que funcionan. Compartirlo con tu pediatra facilita descartar otras causas y ajustar rutinas.3
8) Cuida a quién cuida.
El cólico desgasta. Organiza turnos entre cuidadores, pide apoyo a familiares (¡las abuelas son grandes aliadas!), hidrátate y descansa cuando puedas. Si te sientes sobrepasada/o, habla con tu red o con un profesional: tu bienestar también calma al bebé.3
Mensaje final.
El cólico no es culpa de nadie y pasa con la maduración del bebé. Con contacto, rutinas suaves y técnicas sencillas, la mayoría de las familias encuentra alivio progresivo. Si persisten dudas, tu pediatra es el mejor aliado para acompañarte en este camino hacia noches más tranquilas.3
Referencias
3. StatPearls Publishing. Infantile colic - StatPearls [Internet]. Treasure Island (FL): StatPearls Publishing; 2024 [citado 2025 sep 24]. Disponible en: https://www.statpearls.com/point-of-care/19702/

